lunes, 5 de junio de 2017

UNA MEZCLA DE MÍMICA, DIBUJO Y TABÚ

El viernes tuvimos una clase súper divertida en la clase de griego, de hecho cuando tocó el timbre a todos nos pareció que el tiempo nos había volado.
  
Cuando llegamos a clase las mesas estaban puestas en dos grupos y, al azar, ya que no sabíamos qué es lo que íbamos a hacer, nos sentamos. Una vez estábamos todos colocados Ana empezó a sacar la actividad que íbamos a hacer, lo primero que sacó fue un tablero que era muy similar al juego de la oca pero los dibujos eran los del disco de Festos. Estos dibujos no nos resultaron nada desconocidos, ya que cuando volvimos de Pascua Ana nos explicó la enigmática historia del disco.

Cuando ya teníamos encima de la mesa todos los componentes del juego Ana nos empezó a explicar cómo jugar. El procedimiento trataba de que cada equipo (o en este caso parejas) tiraba un dado y avanzaba el número de casillas que el dado indicaba. Según en la casilla que acababa la ficha, el equipo levantaba una carta de un montón u otro. En cada carta había una palabra escrita en griego y tenías que conseguir que tu compañera la adivinara en un minuto, bien dibujando, explicando, haciendo mímica, etc. esta acción dependía del montón de la carta y de la casilla. Lo que más me impresionó del juego es que Ana se lo ha inventado en su totalidad, la verdad es que a Ana imaginación e ingenio no le faltan.
  
Cuando ya teníamos claro el procedimiento y el objetivo del juego empezamos a jugar. Edmée y yo jugábamos contra Aly y Celeste. Nosotras formamos un buen equipo y conseguimos adivinar unas cuantas palabras seguidas, pero una tirada adivinamos la palabra en 1 minuto y 1 segundo y como íbamos más adelantadas que nuestras compañeras no nos la pasaron, esa dolió. Unas partidas más tarde nos volvió a pasar lo mismo, pero esta vez sí que nos la pasaron, yo creo que porque se dieron cuenta de que solamente era un juego y que lo importante era pasarlo bien.

 Jugando a este juego me lo pasé muy bien y, además de aprender griego nos sirvió como una buena actividad para relacionarnos y ayudarnos, ya que yo creo que ayudarnos de compañero a compañero está muy bien porque de este modo aprendemos los unos de los otros.


jueves, 1 de junio de 2017

CON LAS MANOS EN LA MASA

La clase del jueves fue una de las clases más especiales que hemos hecho este año en griego. Hicimos tablillas de arcilla en las que escribimos alguna de las frases célebres que habíamos visto el último día, es decir, hicimos tipografía.

Al principio de la clase parecía que iba a ser una clase normal, ya que empezamos traduciendo las poquitas frases que no nos había dado tiempo. Estas frases me gustan mucho porque creo que muchas de las filosofías de vida que defienden son muy adecuadas.

Cuando ya habíamos acabado todas las frases Ana nos dijo; “¿Queréis mancharos?” Y unos cuantos enseguida asentimos sin pensarlo, esto tenía pinta de ser divertido. Ana se metió en la cocina y sacó papel de periódico con el que cubrimos todas las mesas y bolas de arcilla que teníamos que empezar a amasar. La arcilla estaba un poco dura y al principio nos costó un poco amasarla, pero con un poquito de paciencia y agua conseguimos amasar nuestra bola hasta que nos quedara uniforme.

Cuando ya teníamos nuestra bola hicimos un “churrito” y a base de puñetazos (sí, cualquiera que pasara por al lado pensaría que estábamos siendo torturados) fuimos aplastándolo hasta que nos quedó más o menos en forma de rectángulo. Ahora venía la parte más difícil, ser capaces de ajustar nuestra frase al tamaño de nuestra tablilla. Mi frase corresponde a la traducción castellana de “nada en exceso”, y no era muy larga por lo que pensé que no tendría ningún problema, estaba muy equivocada.

Empecé a escribir la primera palabra y en vez de centrarme en el espacio, me centré más en la caligrafía, cosa que pasó factura porque me había pasado de grande. Me tocó borrar y volver a empezar, pero esta vez sí que me centré en el espacio y, poco a poco, acabé escribiendo toda mi frase en la tablilla.
 La clase del jueves me encantó porque a pesar de acabar con las manos hechas un cuadro, hacer esta actividad me divirtió mucho. También me ha hecho admirar más todas las tablillas que vea a partir de ahora, porque lo que parece fácil, resulta que no lo es tanto.

EL REFRANERO GRIEGO

El miércoles empezamos la clase de griego unos 10 minutos tarde porque, al ser el último día de las matrículas, Ana estaba muy liada. Como el martes no nos habíamos dejado ninguna actividad a medias no sabíamos qué actividad nos tocaba, pero enseguida Ana nos sacó de la incertidumbre y nos dijo que tocaba texto.

 El texto que nos dio fue diferente a todos los demás que llevamos haciendo durante el curso. Ese en vez de ser todo un texto que cuenta una historia o un mito, estaba compuesto por diferentes frases líricas de poetas griegos. Me gustó bastante el hecho de poder traducir frases que dijeron hace un montón de años, eso sí, fue difícil.

Primero empezamos a traducir las frases entre todos, pero en vez de una clase parecía que estábamos echando la quiniela. Para parar esta quiniela Ana nos dijo que nos pusiéramos en grupos y que fuéramos traduciendo frase a frase hasta que las tuviéramos todas. Yo me puse con Yasmine y Cloé y, la verdad es que entre las tres trabajamos muy bien, a pesar de que las traducciones no nos salieran muy precisas.

 Traducir estas frases me pareció complicado porque al ser líricas estaban “desordenadas”, por lo que fijarse en las terminaciones era clave. Otro factor que las hacía complicadas era que su traducción literal no tenía mucho sentido, ya que cada frase correspondía más o menos a un refrán español, y estos si te paras a pensar en su significado literal tampoco tienen sentido.

 Cuando ya habíamos corregido todas las frases pasamos a otras frases que había en la parte inferior de la hoja. Estas frases eran más cortas, pero no menos importantes porque estas aún se conservan en la actualidad.
La traducción de todas estas frases fue un reto, a la vez que especial porque nos han hecho reflexionar las maneras de pensar de los griegos y las de la actualidad. Muchos refranes que ellos ya decían todavía los decimos hoy en día.